lunes, 1 de junio de 2009

Exigencias

Este amanecer me pertenece, como me pertenecen mis piernas y las horas que paso abrazando un recuerdo enmedio de ellas, como me pertenece su olor llegando hasta mi almohada, como me pertenece el momento que viví a su lado y que se volvió eterno desde la primera vez.
Este amanecer me pertenece, de la forma en que él ya no me pertenece, ni su voz, ni su aliento apurado en mi oído, como ya no me pertenecen sus tardes, sus desvelos, sus confidencias.
Este amanecer me pertenece porque es mi consuelo, y su frialdad la recompensa a mi abandono.
Y me pertenece como yo le pertenecí, con todos mis brazos y mis vidas pasadas y futuras, con todas mis esperanzas puestas en él, con los momentos a oscuras y escondidos, con los momentos a pleno sol y de cara a la luz.

Me pertenece como mi piel le pertenece al tacto de sus dedos, al tacto de sus labios, como mi fe a sus actos, ciegos, corruptos, mentirosos que buscaban solo su última diversión. ¿Un juego?, solo quedó una jugadora, que con uno solo de sus azules apostó todo lo que tenía en la ruleta.

Pobre jugadora, mala jugadora, no hay reembolsos o devoluciones, confórmate... solo te queda este amanecer.

domingo, 31 de mayo de 2009

Volver a morir

Recuerdo tu mirada fundida con la mía, recuerdo tu paso, el color de tu piel.
Recuerdo la música, los abrazos furtivos, la piel desnuda.
Recuerdo de ti lo que no tomé, lo que no me dejaste prendido a los ojos,
lo que nunca tuve, lo que perdí.
Recuerdo el sueño, la ilusión, la quimera, las promesas incumplidas,
el dolor, y la mirada de ella, acusadora, celosa, determinante.
Te recuerdo en la noche en que te dejé ir, en que te crucé el rostro con mi dolor,
recuerdo la primera vez que me miraste y me obligaste a mirarte.
De nuevo la historia se repite, lo veo a él, del otro lado del salón de baile,
tiene pareja y me mira sin importarle, busca los dientes mordiéndome los labios,
me busca una sonrisa, me persigue la mirada.
Mas ya sé que ha de venir cuando yo levante la cabeza y le conceda un solo gesto, y digo:
no gracias, no quiero volver a morir.