viernes, 7 de agosto de 2009

VOLANDO ALTO..

Mírame volar, amigo de las sienes nevadas... pude volar al fin, es cierto que en mis tobillos aún se miran las llagas de las gruesas cuerdas que me ataban a la tierra, pero cada día duelen menos... lo recuerdo menos... mira cómo se extienden mis alas y subo alto, muy alto... para admirar el día... aún quedó algo del golpe que me propiné al intentar volar por vez primera y atravesarme en el camino de un tornado sin corazón, que me envió al suelo sin compasión... pero mira, puedo volar a pesar de ello.
No imaginé que fuera tan sencillo, tan fácil, sólo solté lo que ya no quería conmigo, lo pesado del pasado y mis reclamos contra él... el palo del vagabundo prefiero cambiarlo por el olivo en el pico, pesa menos, hiere menos... y no lo necesito más.
Es cierto amigo de las sienes nevadas, te ha tocado mirarme derrotada, olvidada, perdida, confundida... pero mírame ahora, me arranqué el plumaje y las uñas y fui al mar a bañarme las heridas, las lágrimas, los golpes secos contra la tierra... mírame ahora, mis plumas nuevas son más lustrosas y mi vuelo más tranquilo... mi mirada tal vez suave, conoce de los dolores del mundo y reconoce al adolorido y su vuelo bajo, torpe, indeciso... y más alto vuelo, mírame volar y mira cómo lo prometido fue concedido... estoy volando madre montaña, estoy volando padre volcán...

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